“Ustedes leerán ahora su sentencia. La conozco. La muerte al hombre. Pero mi sentencia para ustedes fue dictada ya hace mucho tiempo: la muerte al fascismo y la esclavitud capitalista. La vida al hombre, al futuro, al comunismo”.
Julius Fucik “Reportaje al pie de la horca”
Esta fue la respuesta firme y serena que el militante comunista Julius Fucik dio al tribunal de
De familia obrera, Julius Fucik pasa una infancia no exenta de penalidades económicas que no serían una dificultad para que su disciplina y aplicación le permitiesen llegar a estudiar en
En la década de los treinta viaja varias veces a
En 1939 el ejército nazi invade Checoslovaquia, comenzando la nueva actividad clandestina del Partido Comunista Checoslovaquia, en estos tiempos Julius Fucik escribe bajo pseudónimo sobre personajes de la cultura progresista y democrática checa en diferentes publicaciones. Dos años después en aquellos momentos tan aciagos para el pueblo checoslovaco es elegido miembro del Comité Central.
La abnegación de Julius Fucik por organizar la resistencia en Praga le costaría su detención por parte de
Madre, padre: ¿Por qué me habéis hecho tan fuerte?, e incluso de forma benevolente criticó a los que lo hicieron, “¡Oh, pobres débiles.¡ Como si la vida comprada con la de un camarada pudiese considerarse vida!” de ahí al fatal desenlace que le llevaría a ser trasladado de la cárcel de Pankrác a Berlín donde sería asesinado.
Reportaje al pie de la horca
La obra escrita por Julius Fucik durante su cautiverio en la cárcel de Pankrác, nos ha llegado gracias a un carcelero checo llamado A. Kolinsky, que le proporcionó el papel y el lápiz necesario para escribirlo y que arriesgó su vida para sacar hoja a hoja cada uno de estos versos de firmeza y entrega revolucionaria y que iba escondiendo clandestinamente en diferentes partes hasta que se las entregó a la viuda de Julius Fucik, Gusta Fucikova, quien lo recopiló y nos lo legó el testamento vital de un hombre que entregó todo lo que tuvo por la causa de liberar a la humanidad del yugo opresor. “Reportaje al pie de la horca” o al pie del patíbulo, como se tradujo en los países de América Latina, constituye uno de los testimonios más duros de las barbaridades cometidas por los genocidas nazis con la población de aquellos territorios en los que consiguieron imponer su ley de acero y fuego, pero conteniendo a la vez en cada una de sus páginas el heroísmo y el amor a humanidad que sólo un comunista como Julius Fucik pudo sintetizar en esta frase “Hombres os he amado.¡ Estad alerta!”. Fue traducida a más de ochenta y seis idiomas convirtiéndose en una de las obras universales de la literatura revolucionaria.
In Memoriam
El arrojo y el valor demostrado por Julius Fucik no es sólo su testimonio personal, sino que por el contrario es la voz de los miles de partisanos antifascistas y demócratas revolucionarios que a pesar de caer en los campos de batalla, de ser fusilados en la retaguardia y de sufrir las mismas defenestraciones físicas y psíquicas lo dieron todo por acabar con el fascismo y por conquistar la roja primavera, constituyendo hoy para los jóvenes antifascistas del mundo el mayor referente político, social y moral que se nos ha podido legar.
La reflexión que hoy debemos hacer es la misma que hizo Julius Fucik “¿Cuántos siglos ha necesitado el hombre para, al fin, abrir los ojos? ¿Por cuántos millares de celdas ha pasado la humanidad en su camino hacia delante? ¿Y cuanta le quedan aun por recorrer?”. Para avanzar hacia la conquista de la tierra y el asalto del cielo mirémonos en el espejo de Julius fucik que refleja lo que todos ansiamos.
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