lunes, 10 de noviembre de 2008

Llamamiento al pueblo de zamora contra la directiva de la vergüenza


El 18 de junio 2008, un proyecto de Directiva sobre la detención y la expulsión de las personas extranjeras, fue presentado al Parlamento Europeo.

A partir de 1990, la política llevada a cabo por los distintos Gobiernos en materia de inmigración y de asilo ha conducido a una reducción continua de las garantías y protecciones fundamentales de las personas. Europa se transforma en una fortaleza atrancada e implanta medios desproporcionados para impedir el acceso a su territorio y expulsar a los extranjeros sin papeles.

La Directiva de Retorno de la vergüenza, constituye una nueva regresión.

Ya que el Consejo de la UE ha decidido aprobar la Directiva de Retorno que establece un plazo máximo de detención de los/las inmigrantes “sin papeles” de hasta 18 meses, permite que sea una autoridad administrativa, y no exclusivamente un juez, la que decida la detención de los inmigrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros CIE antes de proceder a expulsarlos, y que establece también la detención de menores no acompañados,

Al prever una detención que puede alcanzar hasta 18 meses para personas cuyo único delito es querer vivir en Europa, este proyecto implica en si mismo una lógica inhumana: la generalización de una política de encierro de los extranjeros que podría así convertirse en el modo normal de gestión de las poblaciones emigrantes.

Al establecer una prohibición de 5 años antes de volver a Europa para todas las personas expulsadas, este proyecto de Directiva estigmatiza a las personas sin papeles y los transforma en delincuentes que deben ser excluidos.

Tod@s l@s zamoran@s tenemos hoy una responsabilidad: reaccionar para impedir que caigamos en una época oscura de segregación, racismos y estigmatización, a través de la prisión sistemática en los centros de internamiento y del alejamiento forzado.

Instamos a todo el pueblo de Zamora que asumamos nuestras responsabilidades y rechacemos esta directiva vergonzosa y vergonzante.

Una vez más, INSISTIMOS:

NINGUNA PERSONA ES ILEGAL.

Instamos a toda la gente a pronunciarse contra esta política que agita la bandera de la xenofobia y el racismo.

Vendrá la noche mas larga


Mañana cuando yo muera,

No me vayáis a llorar.

Nunca estaré bajo tierra

soy viento de libertad.

(Poema escrito por Txiki poco antes de ser trasladado al cementerio de Cerdanyola donde sería fusilado.)

El 27 de septiembre de 1975 el régimen franquista fusilaba en las localidades de Burgos, Barcelona y Hoyo de Manzanares a los militantes de ETA Ángel Otaegui y Juan Paredes Manot “Txiki” y a los militantes del FRAP Xosé Humberto Baena, José Luís Sánchez Bravo Solla y Ramón García Sanz, los estertores de la pesadilla que durante cuarenta años encadenó los sueños de la clase obrera y de los pueblos del estado español se aprestaba a dejar su rastro de sangre mientras en los proscenios de la política española se preparaba la sucesión en forma de Borbón. En memoria de éstos y de todos aquellos que fueron fusilados en la retaguardia, sufrieron la represión, la tortura y la persecución o cayeron heroicamente en los frentes de combate este ejercicio de memoria antifascista para que sus nombres no se borren de la historia y se conviertan en un referente para que todos aquellos que seguimos en la lucha por borrar al fascismo de nuestros barrios y ciudades.

La situación política y económica de principios de los años setenta esta marcada por la llamada crisis del petróleo que a partir de mediados de 1973 precipita la caída de los camisas viejas del bunker y de Falange en detrimento de los ya entonces hegemónicos grupos del Opus Dei y los tecnócratas que serán la herramienta necesaria para intentar reconducir la nave franquista por las tranquilas aguas de la paz social. Pero lejos darse esa situación el Estado tendrá que enfrentarse a una de las mayores movilizaciones obreras y populares desde los años treinta, que a partir de 1974 sacudirá a todo el Estado durante prácticamente un año cuando Franco muere en su cama.

La subida de precios y los millares de despidos que se suceden en aquel momento son el elemento determinante de la crisis social que comienza a fraguarse a partir de septiembre de 1974, las organizaciones clandestinas que aglutinan a la mayoría de obreros, las comisiones obreras y la OSO (Oposición Sindical Obrera), llaman a una huelga general que lleva a movilizarse a un millón de trabajadores en todo el estado teniendo que hacer frente las fuerzas represivas a una oleada de violentas manifestaciones en que los trabajadores y los sectores populares tomaron la calle y las fábricas dando un definitivo paso adelante que sería traicionado vilmente por las fuerzas reformistas. El desbordamiento al que se vio sometido el ministerio de gobernación fue tal, que las fuerzas represivas tuvieron que ser reforzadas con delincuentes comunes, porteros de discoteca y demás elementos del hampa, para conseguir enderezar la difícil situación que se le había planteado al régimen. Los datos hablan por si solos; cincuenta policías heridos, de las cien personas heridas en las manifestaciones son diecisiete por bala, los tribunales llegan a condenar por delitos políticos a trescientas personas de los cuales muchas son torturadas y arbitrariamente despedidas de sus trabajos, se cierran las universidades y las acciones de la ultraderecha comienzan una escalada implementada por las acciones terroristas de la BPS (Brigada Político-Social) de la policía armada.

La antesala de los fusilamientos empieza en la misma ola represiva que había comenzado en otoño de 1974 con redadas cotidianas que someten al pueblo a estar en un estado de alerta permanente y que a partir de julio de 1975 se saldará con la declaración del estado de excepción en los cuatro territorios de Hegoalde (Euzkadi Sur) y que aplicara la ley antiterrorista a todos aquellos que son detenidos y juzgados por el tribunal de orden público y de los que muchos acabarán fusilados como los mártires del 27 de Septiembre, serán asesinados a sangre fría por la policía en plena calle como el militante de la UPG (Unión do Povo Galego) Moncho Reboiras en Ferrol cuando huía de la policía en una manifestación, el militante de ETA p.m, Jesús Murguía Ayestarán en Madrid, o el obrero de la construcción Diego Navarro Rico que aparece ahorcado en la prisión de Tarragona a la mañana de ser internado en ella.

En Julio de 1975 es llevada a cabo por la BPS una redada en Madrid en la cual son detenidos once militantes del FRAP, tras la ejecución de un policía armado, la acción es reivindicada por éste en solidaridad por la condena a muerte en consejo de guerra sumarísimo a los militantes de ETA Ángel Otaegui y José Antonio Echevarria. La precipitación del régimen por a dar cumplida lección de su recetario de mano dura contra la disidencia conduce a los militantes del FRAP a sufrir multitud de torturas, hasta llegar al punto de que Manuel Blanco Chivite y Xosé Humberto Baena llegan a necesitar intervenciones quirúrgicas tras pasar por los calabozos de la Dirección General de Seguridad.

Durante los días 11 y 12 de septiembre se celebra en el acuartelamiento de la XII Brigada acorazada en la localidad de El Goloso cerca de Madrid el consejo de guerra contra los ocho militantes del FRAP, en el cual serán dictadas ocho penas de muerte cinco de las cuales el tribunal conmutará cinco por la condena por treinta años de cárcel. La farsa judicial rozó el esperpento ejerciendo el ministerio fiscal una acusación plagada de contradicciones y de incongruencias en la que no se demuestra la participación de los militantes del FRAP que en ningún momento pudo ser contestada por los abogados de los reos antifascistas y que finalizó con el conocido final que llevo ante el pelotón de fusilamiento Xosé Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luís Sánchez Bravo, siete días después en Barcelona sería juzgado y condenado a muerte Txiki junto con el también militante de ETA Ignacio Pérez Beotegui “Wilson”.


El 27 de septiembre a diferentes horas y diferentes lugares caen fusilados estos cinco hombres de los que nunca nos olvidaremos: Txiki, Otaegui, Sánchez Bravo, García Sanz y Baena. Antes de ser fusilado Txiki, levantó la cabeza y después de gritar: ¡Viva la libertad! ¡Viva la revolución! ¡Gora Euzkadi Askatuta!, comenzó a entonar el Euzko Gudariak: Euzko Gudariak gara, Euzkadi askateko…cayendo segundos después bajo las balas fascistas.

Hoy cuando se cumplen ya treinta tres años del asesinato de estos cinco héroes sus caras y sus ideas brillan en el firmamento popular como cinco soles rojos que deberán alumbrar el camino por el cual camina hoy la juventud antifascista y revolucionaria para conseguir el sueño por el que ellos y tantos otros militantes antifascistas y demócratas revolucionarios fueron asesinados. La ola de criminalización y acoso policial a la que esta siendo sometido desde hace un año el movimiento antifascista fue provocado a causa de que las terminales políticas y mediáticas de la reacción se aprestaron a tachar la manifestación que se realizó el 27 de septiembre de 2007 por parte de la Coordinadora Antifascista en Madrid en homenaje a los militantes de ETA y del FRAP de enaltecimiento del terrorismo, pero nada mas lejos de la realidad, los únicos que enaltecen el terrorismo son aquellos que adoptan esas actitudes y que mantienen en sus puestos a los burócratas y a los gerifaltes del régimen franquista que han mantenido su poder intacto tras la restauración de la monarquía.

El mejor homenaje que podemos tributarle a todos ellos es continuar la lucha, unidad sin fisuras sin dar ni un paso atrás.

Mi palabra,

El eco de mi voz que, tras la muerte

Arengará a los míos

¿Se callará algún día?

Mi palabra,

Justicia combativa, grita fuerte

Al pueblo que el 36 vencido

¡Tendrá para siempre voz!

Escrito por Xosé Humberto Baena Alonso en la cárcel de Carabanchel el 7 de septiembre de 1975.

Skinheads obrer@s y antirracistas


A pesar de que han sido muchos los artículos publicados al respecto, nos vemos obligados, una vez más, a defender los orígenes de esta forma de vida, mancillada por culpa de los medios de comunicación y a las personas que se identifican como tal sin ningún respeto a las raíces del movimiento.

Comenzaremos señalando que l@s skinheads nacen a finales de los 60 en los barrios obreros de Inglaterra, donde conviven tanto jóvenes ingles@s como inmigrantes.

La indumentaria que utilizaban en
su vida cotidiana era camisa, tirantes, pantalones vaqueros y las botas de trabajo, propias de las fábricas. El pelo corto también era un rasgo característico debido a la insalubridad de aquellos barrios en la época. A pesar de la cruda realidad en la que vivían, se sentían orgullos@s de ser proletari@s.

Desde jamaica llega la estética “rude” donde proliferan los trajes de chaqueta y los zapatos en el caso de los “rude-boys” y los vestidos cortos para las “rude-girls”. Esta cultura además aporta su
estilo de música, ska, reggae, soul, blue beat. Tuvo una gran acogida, por lo que en los bailes eran todo un ejemplo de convivencia multicultural.

Por si nuestras palabras no fuesen lo suficientemente claras, haremos hincapié en que los skinheads eran tanto blanc@s como negr@ s.

En los años 80, la llamada era Thatcher, aparecen organizaciones políticas radicales como el National Front (partido político fascista de Inglaterra) que culpabilizan a l@s inmigrantes de los problemas de desempleo y recesión económica. El mensaje comienza a calar entre l@s jóvenes británic@s, la mayor
parte de ellos de origen obrero, por lo que las opiniones quedan divididas de la siguiente manera:

• Por un lado “the original skinheads” antirracistas.
• Por el otro nacen l@s “bone-head” (cabezas huecas) de estética skinhead con ideología de derechas.

Pongámonos a reflexionar ante la pregunta de ¿cómo te puedes declarar skinhead y estar en contra de l@s inmigrantes cuando has estado conviviendo con ell@s, has bailado al ritmo de su música, has adoptado parte de su estética y has creado junto con ell@s el movimiento?

Lamentablemente,
a día de hoy en que la inmigración sigue estando muy presente en todo el mundo, son cada vez más frecuentes las agresiones xenófobas por parte de grupos de extrema derecha. Pero lo realmente preocupante es que los medios de comunicación, al publicar estos hechos, nos engloban a tod@s como racistas al referirse a estas personas con el denominativo “skins”. No queremos ir paseando por la calle y ver las miradas críticas de la gente, como si les fuésemos a pegar.

Por ello, queremos dejar claro que nosotr@s apoyamos
a l@s inmigrantes. Son personas al igual que tod@s nosotr@s. Personas que han tenido que dejar atrás su tierra, sus familiares, sus amig@s, en una palabra, su vida para poder buscar una mejor. Algun@s la pierden en el intento mientras que l@s afortunad@s que consiguen ganarse el pan pueden cruzarse con algún degenerado que l@ considera una amenaza y ser víctima de un brutal ataque.

L@s inmigrantes son nuestr@s compañer@s, vengan de donde vengan. Desde antaño vivimos en multiculturalidad y queremos que siga siendo así,
pues L@S VERDADER@S SKINHEADS NO SOMOS RACISTAS

martes, 9 de septiembre de 2008

COMUNICADO LEIDO DURANTE EL CONCIERTO CONTRA EL RACISMO Y LA XENOFOBIA DEL 23 DE AGOSTO DE 2008


Saludos, sed bienvenidos al primer concierto contra la xenofobia y el racismo que desde la Plataforma Antifascista de Zamora hemos organizado. En primer lugar, queremos daros las gracias por asistir y esperamos que disfrutéis.

En estos tiempos que corren en que el capital tiene las fronteras abiertas de par en par, en que se nos vende la bondad de la inversión extranjera para el desarrollo económico, cosa que, como comprobamos día a día, no genera más que expolio y miseria.

Esta realidad de absoluta libertad de movimiento del capital resulta aún más insultante cuando a los inmigrantes, cuya miseria es precisamente producto de la rapacidad de un capital absolutamente libre, se les cierra la puerta de nuestros países. Las fronteras son patrulladas militarmente, los medios asocian criminalidad e inseguridad con inmigración, cuando la rabiosa realidad nos señala que los auténticos robados son precisamente ellos.

Por eso no aceptamos que nos quieran separar de nuestros hermanos desposeídos, porque sus males tienen el mismo nombre que los nuestros; ese mal se llama capitalismo. Por eso no atendemos a colores de piel, porque nuestra patria es el trabajo queremos a nuestros hermanos con nosotros para, juntos, construir la nueva sociedad libre de la miseria.

Por otro lado, queremos denunciar que tras el m

undialito de fútbol-sala anti-racista que hemos organizado hoy, cinco asistentes al mismo han sido retenidos e identificados por la Policía Nacional. Ante esto, sólo podemos preguntar: ¿Qué clase de Estado puede considerar peligroso que unos jóvenes organicen un partido de fútbol contra el racismo?

jueves, 10 de julio de 2008

EDITORIAL: Contra la criminalización de los movimientos sociales.




Desde la Plataforma Antifascista de Zamora queremos denunciar la represión y criminalización que está ejerciendo este estado capitalista contra los movimientos sociales que no se dejan doblegar a su poder, en esta represión está incluido también el movimiento antifascista.

Estamos asistiendo en los últimos meses a una intensa represión que afecta a cada vez más sectores de la izquierda del estado: en el pasado mes de marzo el sindicato ultraderechista “Sindicato de Funcionarios manos limpias” solicitó la ilegalización, ante la Audiencia de Madrid, de la Coordinadora Antifascista de Madrid, anteriormente había exigido la ilegalización de Izquierda Castellana ante la Audiencia Nacional (denuncia que ha sido archivada por la misma Audiencia hace unos días). Mientras tanto, los partidos nazi-fascistas se manifiestan por las calles de nuestros barrios y ciudades con total impunidad.

No solamente los antifascistas madrileños están sufriendo la represión, diversos movimientos antifascistas del resto del estado siguen o han sido reprimidos en los últimos meses: en San Sebastián jóvenes antifascistas han sido acusados de terrorismo callejero al protestar contra un acto de falange , en Cangas de Onís ( Asturies), y por un acto de similares características, han sido enjuiciados 14 antifascistas a los que se les piden penas de prisión que suman 35 años de cárcel (por ese motivo se a puesto en marcha la campaña “35” en todo el estado, desde la Plataforma Antifascista de Zamora también la apoyamos). Estos mismos hechos represivos se han repetido, tras las concentraciones por la muerte del compañero Carlos Palomino, en Barcelona, Cáceres o Castellón.

Pero no sólo el movimiento antifascista está siendo reprimido mediante sanciones, detenciones y demás artimañas legales en todo el estado. También el movimiento por “una vivienda digna” se ve atacado (hay nueve personas encausadas, detenidas hace dos años, a las cuales las fiscalía pide un total de 50 años de cárcel, mediante acusaciones falsas y manipuladas). El movimiento anti-LOU también ha sufrido la represión. Jóvenes independentistas catalanes han sufrido encarcelamiento y fuertes multas acusados de ultrajes a la bandera española o a la monarquía. No podemos olvidarnos de la persecución que sufren los movimientos de solidaridad con los presos políticos (como Socorro Rojo Internacional) o las constantes detenciones contra integrantes y simpatizantes de la Izquierda abertzale. Los actos de desalojo que sufren los centros sociales ocupados y la criminalización de grupos de música con un contenido político combativo como Soziedad Alkoholika, Banda Bassotti o Fermín Muguruza como casos más conocidos.

Desde la Plataforma Antifascista de Zamora creemos que toda esta represión se debe a la presente crisis económica, que traerá consigo una revitalización de los movimientos sociales y populares.

¿65 horas semanales? La esclavitud vuelve a la legalidad burguesa


Reunidos en Bruselas, miembros de la Comisión Europea han decidido “reflexionar” sobre la posibilidad de que se establezca en Europa la jornada laboral de 65 horas semanales. Todos y cada uno de los ministros de trabajo de los Estados de la Unión (a excepción del ministro del estado español, que se abstuvo) decidieron votar a favor de esta medida, que deberá pasar posteriormente la aprobación del parlamento europeo. Parece complicado que en este trámite se paralice este atentado a los derechos de los trabajadores y más si tenemos en cuenta los últimos “preceptos” de los que quieren hacer doctrina el ala más reaccionaria de la política europea. Por tanto esta idea de la Comisión Europea no debe verse como un hecho aislado, sino como una medida más, destinada a la paulatina pérdida de derechos de los trabajadores y trabajadoras, de los inmigrantes, de los sindicatos, colectivos sociales y todos aquellos que están haciendo frente al sistema vigente y a su modelo económico y político.

La UE no parece por tanto que vaya a tener ningún tipo de problema en legislar en contra de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo, que indica que nadie puede trabajar más de 48 horas semanales, ya que podría producir enfermedades o trastornos psicológicos, fatiga, trastornos del sueño. Casi un siglo tienen estas recomendaciones, que deberían ser revisadas en beneficio de los trabajadores y no en su contra.

No sabemos muy bien si por miedo a la contestación social o con intención de acabar con los sindicatos de clase, creemos que más lo segundo ya que no dan puntadas sin hilo, la Comisión ha indicado que sólo será de carácter voluntario, decisión de cada trabajador en acuerdo con su empleador. Como si los trabajadores estuvieran en situación de poder pactar de forma individual con el empresario. Unos trabajadores se separarán del colectivo para pactar sus propias condiciones con el patrón, en detrimento del resto, de aquellos que no puedan extenderse o que deseen preservar inalterable su tiempo de descanso. En consecuencia, se «privilegiará» a los primeros (si es que puede llamarse privilegio), y será más fácil prescindir de los segundos, a los que se les podrán imponer condiciones más duras si no quieren ir a la calle. En definitiva un ataque directo a la mediación sindical, a los convenios colectivos y en último caso incluso a la existencia misma de los sindicatos.

Por si esto fuera poco, los Estados podrán optar entre aplicar la normativa de las 65 horas o no aplicarla. Eso por lo menos en teoría, ya que los Estados que no lo apliquen en un primer momento podrían encontrase con un problema de deslocalización industrial o de fuga de empresas, ya que las empresas estarán más interesadas en exprimir a los trabajadores durante 65 horas semanales y por tanto reducir los gastos sociales y la presión sindical.

Ante este panorama nos queda a los trabajadores recordar la historia de cómo se consiguieron las mejoras laborales en las últimas décadas del siglo XIX y primeros del XX, y fue con la movilización, con el estallido social, con la barricada. Sería lamentable que tuviéramos que salir a la calle 100 años después, para mantener los frutos por los que lucharon nuestros tatarabuelos en vez de salir a la calle a reclamar las 35 horas semanales, basada en el principio de solidaridad entre trabajadores en vez del modelo individualista que se incorpora con la directiva de las 65 horas semanales. La lucha es el camino.

Estado, fascistización y Euskal Herria.


Que todo movimiento que afecta, por mínimamente que sea, al orden social o político establecido reciba la represión del Estado es algo natural, indignante para las personas con una mínima sensibilidad política, pero natural. Esto es lo que sucede con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) desde su nacimiento. No obstante, en los últimos años este proceso represivo está subiendo enteros y ampliando enormemente su radio de acción social. La ferocidad de la represión y el histerismo mediático resultan tanto más sorprendentes, pues coinciden con un momento en que el monto de las acciones armadas y las demandas políticas de este movimiento están en mínimos históricos. Ello lleva a pensar que la oleada represiva de los últimos años tenga que ver tanto con la potencia de la amenaza en sí como con contradicciones internas de los poderosos.

Todo Estado, desde que esta entidad existe, representa la organización de la violencia por parte de los grupos sociales dominantes para asegurar el ordenamiento social que les confiere esa situación de preeminencia. Además de este plano de dictadura de clase, que es el fundamental, el Estado también representa una democracia para estos grupos dominantes, expresando la correlación de fuerzas entre sus facciones, más o menos heterogéneas, cuyas tensiones y conflictos, si no se han exacerbado demasiado, se resuelven a través de mecanismos instituidos y consensuados entre sí. Es este grado de integración, la amplitud de la democracia en el seno de los grupos sociales dominantes, lo que marca el carácter democrático-burgués o fascista del Estado capitalista, que siempre es fundamentalmente una dictadura sobre los explotados. Por supuesto, ello no quiere decir que éstos deban permanecer indiferentes ante los cambios de forma del Estado burgués, ya que una mayor capacidad de juego y maniobra entre los poderosos se suele traducir en una mayor apertura para la acción del proletariado.

La reforma del Estado franquista supuso, además de la desactivación de unos poderosos movimientos de masas, la integración de nuevos sectores en el juego político para el reparto del pastel de la explotación del trabajo asalariado y los pueblos oprimidos. Así, el consenso de 1978 supuso la reconfiguración del Estado español con la integración en su estructura de nuevos sectores, fundamentalmente la aristocracia obrera (esos estratos asalariados, privilegiados a través de mecanismos corporativos –el sindicalismo instituido- por la posición que sus metrópolis imperialistas ocupan en el mundo) y las burguesías nacionales periféricas, a las que se ofrendó el Estado autonómico, y que junto a la burguesía financiera y monopolista forman los tres puntales sociales del Estado democrático-burgués español. Esta reconfiguración ha permitido tres décadas de relativamente estable parlamentarismo. La excepción ha sido, precisamente, Euskal Herria. Allí no se ha conseguido desactivar un potente movimiento de masas que sí apunta a las raíces de una de las problemáticas que secularmente arrastra el Estado español: la negación de los inalienables derechos democráticos de los pueblos que lo componen. Desde entonces, las estrategias del Estado contra este movimiento han sido variadas: represión, aislamiento político y mediático, guerra sucia…

Sin embargo, a partir de 2000, con la mayoría parlamentaria absoluta del PP, se produce un drástico cambio político, cuyo aspecto más visible será una escalada cualitativa en la ofensiva general contra el MLNV, pero que afecta también a algunos puntos básicos del consenso de 1978, lo que lleva a pensar que estos cambios políticos traducen corrientes sociales más profundas, y no se limitan a una estrategia represiva convencional del Estado. En el plano exterior hay una completa alineación con EE.UU., ahondando la crisis del proyecto imperialista europeo (de un interés estratégico para la burguesía financiera española, muy vinculada a la exportación de capital a América Latina, y que exige una UE fuerte, como plataforma política frente al principal competidor en la zona, precisamente EE.UU.); en el plano interior se produce una ofensiva en toda regla contra las burguesías nacionales periféricas, con una creciente criminalización del nacionalismo en general, desempolvando los más rancios rudimentos ideológicos del españolismo franquista y cuestionando cada vez más la estructuración autonómica que la propia reforma burguesa se había dado. Parece evidente que estos movimientos de gran calado respondían a un asalto al poder en toda regla de sectores del capitalismo español que se habían desarrollado desde 1978 y que no se encontraban cómodos con el modelo estatal establecido. La creciente importancia que el ladrillo había adquirido en la economía española nos puede dar pistas sobre la fisonomía social de estos sectores que encontraron en el aznarismo su catalizador ideológico y político.

En este contexto se producen las condiciones, y esto sí es algo que encontró el consenso de las principales fuerzas políticas de la burguesía española, para el ataque frontal contra el MLNV que, con la Ley de Partidos, realizada ad hoc para enfrentarse a este movimiento, es sacado fuera del juego institucional y legal en el que hasta entonces, de buena o mala gana, se le había permitido participar. Este drástico recorte del campo de juego institucional, por el que se ponen fuera de ley a importantes segmentos sociales, es la mayor evidencia del proceso de fascistización en el que estaba inmerso el Estado español. De su mano, se imponen las tesis más militaristas sobre la llamada cuestión vasca, actuando manu militari no sólo sobre formaciones o individuos vinculados con la Izquierda Abertzale, sino también más en general con sectores más alejados de este ámbito: Egunkaria, 18/98… llegándose incluso a encausar penalmente a miembros del PNV.

No obstante, esta política unilateral del PP que atentaba, saltándose las reglas consensuadas del juego burgués, contra cuestiones de Estado va a encontrar importante oposición en facciones muy poderosas del sistema. El apoyo a la invasión de Irak y la pésima gestión gubernamental de los ataques del 11-M (con los que se intenta legitimar una aún mayor escalada represiva en Euskal Herria) van a ser las ocasiones para que estos sectores fuercen el cambio de gobierno, que será gestionado por el PSOE. Éste se presenta como el adalid de una segunda transición, lanzándose a una política de contrarreforma, que busca reconstruir los intereses estratégicos del Estado español, tanto en el exterior (vuelta al europeísmo frente al atlantismo anterior), como en el interior (acercamiento y nuevos pactos con las burguesías nacionales, poniendo fin a la criminalización de sus intereses).

Sin embargo, el PSOE no ha desandado el camino de fascistización comenzado con el anterior gobierno, y mantiene el grado de represión en Euskal Herria, manteniendo al MLNV fuera de la ley. Los avances en la criminalización de cualquier disidencia no han sido desdeñados por nuestros “progresistas” burgueses que, muy preocupados en limar las contradicciones en el seno del bloque dominante (no en vano, OPA incluida, han trabajado por la integración del capital especulativo inmobiliario en los sectores monopolistas que rigen el Estado), continúan negando los derechos democráticos de los pueblos y mantienen, independientemente de treguas, la restricción a la participación política en su marco institucional para un amplio sector de la sociedad vasca.

La horca de la humanidad


“Ustedes leerán ahora su sentencia. La conozco. La muerte al hombre. Pero mi sentencia para ustedes fue dictada ya hace mucho tiempo: la muerte al fascismo y la esclavitud capitalista. La vida al hombre, al futuro, al comunismo”.

Julius Fucik “Reportaje al pie de la horca”


Esta fue la respuesta firme y serena que el militante comunista Julius Fucik dio al tribunal de la GESTAPO que le condenaba a muerte, en Berlín, el 25 de agosto de 1943. La pena capital dictada por los perros hitlerianos contra este abnegado luchador antifascista que sería ejecutada apenas dos semanas después. Aquel 8 de septiembre de 1943 en el mas hondo anonimato el cielo se teñía de negro para solidarizarse con el luto de los corazones de las fuerzas antifascistas y democráticas que recordarían esa fecha desde el año 1968 instituyendo en ella la Organización Internacional de Periodistas (OIP) su día, en memoria de aquel héroe de la resistencia que ofreció su vida por la causa mas bella y mas justa que puede conocer la humanidad, la revolución, dignificando esa profesión que se encuentra a años luz de esas fabricas de palabrería reaccionaria y alienante que hoy padecemos.

De familia obrera, Julius Fucik pasa una infancia no exenta de penalidades económicas que no serían una dificultad para que su disciplina y aplicación le permitiesen llegar a estudiar en la Universidad de Pilsen. En 1921 comienza a militar en el Partido Comunista de Checoslovaquia en cuyas publicaciones Rude Pravo y Tvorba trabajaría como redactor escribiendo sobre temas sociales y culturales entre las que destacan sus críticas teatrales.

En la década de los treinta viaja varias veces a la Unión Soviética, plasmados en su obra “En la tierra donde el mañana ya es ayer”, a partir de entonces su vida será consagrada al trabajo político y literario.

En 1939 el ejército nazi invade Checoslovaquia, comenzando la nueva actividad clandestina del Partido Comunista Checoslovaquia, en estos tiempos Julius Fucik escribe bajo pseudónimo sobre personajes de la cultura progresista y democrática checa en diferentes publicaciones. Dos años después en aquellos momentos tan aciagos para el pueblo checoslovaco es elegido miembro del Comité Central.

La abnegación de Julius Fucik por organizar la resistencia en Praga le costaría su detención por parte de la GESTAPO, la mala suerte y la poca experiencia clandestina, llevo a un obrero de la célula del partido en la fábrica de la Junkers que tenía que enlazar con él a cometer el error de no dirigirse a Fucik sino a un provocador llamado Dvorak, como el famoso compositor checo, que desveló su identidad y su posición dentro de la dirección del Partido Comunista de Checoslovaquia. Tras la detención es sometido a todo tipo de torturas y malos tratos por parte de los interrogadores que quedan reflejados en los capítulos denominados “400” y “Celda 267” donde aparecen este espeluznante relato.” “Paso la lengua sobre mis encías e intento contar los dientes rotos. No lo consigo. ¿Doce, quince, diecisiete? No. Ese es el número de los comisarios que "me interrogan" ahora. Algunos están visiblemente fatigados. Y la muerte tarda en venir”, a pesar de las escabrosas vejaciones a las que fue sometido, nunca delató a ninguno de sus camaradas "...No, no temáis. No hablaré. Confiad en mí. Después de todo, mi fin ya no puede estar lejano. Esto ahora es solo un sueño, una pesadilla febril: los golpes llueven, los esbirros me refrescan con agua. Y nuevos golpes. Y otra vez: ¡Habla! ¡Habla! ¡Habla! Pero aún no consigo morir.
Madre, padre: ¿Por qué me habéis hecho tan fuerte?
, e incluso de forma benevolente criticó a los que lo hicieron, “¡Oh, pobres débiles.¡ Como si la vida comprada con la de un camarada pudiese considerarse vida!” de ahí al fatal desenlace que le llevaría a ser trasladado de la cárcel de Pankrác a Berlín donde sería asesinado.

Reportaje al pie de la horca

La obra escrita por Julius Fucik durante su cautiverio en la cárcel de Pankrác, nos ha llegado gracias a un carcelero checo llamado A. Kolinsky, que le proporcionó el papel y el lápiz necesario para escribirlo y que arriesgó su vida para sacar hoja a hoja cada uno de estos versos de firmeza y entrega revolucionaria y que iba escondiendo clandestinamente en diferentes partes hasta que se las entregó a la viuda de Julius Fucik, Gusta Fucikova, quien lo recopiló y nos lo legó el testamento vital de un hombre que entregó todo lo que tuvo por la causa de liberar a la humanidad del yugo opresor. “Reportaje al pie de la horca” o al pie del patíbulo, como se tradujo en los países de América Latina, constituye uno de los testimonios más duros de las barbaridades cometidas por los genocidas nazis con la población de aquellos territorios en los que consiguieron imponer su ley de acero y fuego, pero conteniendo a la vez en cada una de sus páginas el heroísmo y el amor a humanidad que sólo un comunista como Julius Fucik pudo sintetizar en esta frase “Hombres os he amado.¡ Estad alerta!”. Fue traducida a más de ochenta y seis idiomas convirtiéndose en una de las obras universales de la literatura revolucionaria.

In Memoriam

El arrojo y el valor demostrado por Julius Fucik no es sólo su testimonio personal, sino que por el contrario es la voz de los miles de partisanos antifascistas y demócratas revolucionarios que a pesar de caer en los campos de batalla, de ser fusilados en la retaguardia y de sufrir las mismas defenestraciones físicas y psíquicas lo dieron todo por acabar con el fascismo y por conquistar la roja primavera, constituyendo hoy para los jóvenes antifascistas del mundo el mayor referente político, social y moral que se nos ha podido legar.

La reflexión que hoy debemos hacer es la misma que hizo Julius Fucik “¿Cuántos siglos ha necesitado el hombre para, al fin, abrir los ojos? ¿Por cuántos millares de celdas ha pasado la humanidad en su camino hacia delante? ¿Y cuanta le quedan aun por recorrer?”. Para avanzar hacia la conquista de la tierra y el asalto del cielo mirémonos en el espejo de Julius fucik que refleja lo que todos ansiamos.

miércoles, 6 de febrero de 2008

¿POR QUÉ ANTIFASCISTAS?



El fascismo es un instrumento del capitalismo para contener los proyectos revolucionarios, para mantener la opresión de las mujeres, para atemorizar a algunos sectores de la clase obrera (inmigrantes) y que acepten condiciones sociolaborales inferiores. SOMOS ANTIFASCISTAS PORQUE SOMOS ANTICAPITALISTAS.

Somos antifascistas porque:
-Somos trabajador@s explotad@s por el capital.
-Somos antirracistas, porque somos solidarios e internacionalistas, porque nativos o inmigrantes pertenecemos a la misma clase obrera.
-Defendemos el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos.
-Creemos en la igualdad real entre el hombre y la mujer.
-Creemos en la libertad sexual del individuo y no entendemos los ataques homófobos a la personas por su condición sexual.
-Combatimos la destrucción que el sístema capitalista provoca en el medio natural.
-Por todo ello somos revolucionarios.

Ser antifascista hoy significa combatir la barbarie del sistema capitalista en su fase imperialista que amasa su fortuna con la miseria de los pueblos y luchar de una forma consciente y activa contra el racismo, el patriarcado, el hambre, la guerra, la precariedad y la represión contra los movimientos sociales y populares a los que el estado criminaliza a través de su brazo ejecutor la justicia .
Somos antifascistas porque el fascismo es el brazo terrorista del capitalismo.
¡CERREMOS LA PUERTA AL FASCISMO !
¡ NO PASARÁN !

Ninguna agresión fascista sin respuesta



En algo más de dos meses se han producido dos asesinatos de compañeros antifascistas a manos de asesinos nazis: Carlos, asesinado en Madrid el día 11 de noviembre del 2007 y Jan Kucera, asesinado en las cercanías de Praga el día 20 de enero del 2008. Domingo, 11 de Noviembre 2007. Madrid. Carlos es asesinado por un nazi. Un grupo de antifascistas se dirigen al barrio de Usera para mostrar su oposición a una manifestación neonazi organizada por el partido fascista "Democracia Nacional". El lema de la manifestación es "Contra el racismo anti-español. Contra la inmigración". Dicha manifestación ha sido legalizada por la Subdelegación del Gobierno pese a que el barrio de Usera tiene una gran población inmigrante, lo que supone una clara provocación. A la altura del metro de Legazpi, los antifascistas se disponen a entrar en un vagón del metro. En este vagón se encuentra el militar profesional del Ejército español, Josué E. de la H. de 24 años. El asesino viste ropa de una conocida marca neonazi, una camiseta con la bandera de España y además va rapado. Al entrar los antifascistas en el vagón, se abalanza sobre ellos con un cuchillo de monte en la mano de 25 cmts. de hoja y sin mediar palabra y sin tiempo para poder reaccionar, apuñala en el corazón a Carlos Javier Palomino de 16 años. En ese momento el grupo de antifascistas intenta reducir al nazi que se encuentra lanzando puñaladas indiscriminadamente a su alrededor. El compañero Alejandro se lanza contra él y recibe una puñalada que le perfora el pulmón y le deja herido muy grave. Entre la confusión y la histeria del momento, el nazi consigue escapar hacia el andén, aunque es perseguido por antifascistas que consiguen detenerlo. A partir de este momento, los hechos se precipitan, el SAMUR establece un hospital de campaña e
intenta reanimar a Carlos que se encuentra en parada cardiorrespiratoria, además de haber perdido mucha sangre. El grupo de antifascistas se dirige entonces hacia la manifestación de Democracia Nacional, donde son recibidos por los antidisturbios con porrazos y pelotas de goma. Varios antifascistas son heridos de diversa consideración y tres más detenidos por la policía. Después de momentos de mucha confusión se confirma la muerte de Carlos. Los medios de "comunicación" se hacen eco de la noticia, con la habitual retahíla de "pelea entre bandas", "radicales de izquierdas contra radicales de derecha". Desde el movimiento antifascista madrileño se convoca una concentración para esa misma tarde, a la que acuden más de 1.000 personas. Las concentraciones de solidaridad y repulsa se empiezan a suceder por todos los rincones del estado, masivas concentraciones en Valladolid, Logroño o Barcelona. Al día siguiente todos los medios recogen el asesinato fascista tanto en la prensa escrita y digital como en todos los informativos de las distintas televisiones. Como era de esperar lo intentan enfocar como una "pelea entre bandas". Durante la tarde-noche del lunes se producen concentraciones y manifestaciones de solidaridad con Carlos y contra el fascismo por pueblos y ciudades de todo el estado, también en Berlín, Praga o Hamburgo militantes antifascistas salen a las calles. Las muestras de repulsa y de solidaridad con el movimiento y la lucha antifascista continuarán varias semanas después en distintos puntos del estado. En Zamora se realizó una concentración de homenaje a Carlos el día 22 de Noviembre, en la que también se denunciaron las agresiones fascistas que se vienen produciendo en Zamora. Durante esas semanas varias miles de personas volvieron a ocupar las calles y plazas de pueblos y ciudades para gritar: "PAREMOS AL FASCISMO. NO PASARÁN!!!".
REPÚBLICA CHECA: JOVEN ANTIFASCISTA DE 18 AÑOS ASESINADO POR UN NAZI EN PRAGA.
El viernes 18 de Enero del 2008, un joven antifascista de 18 años, llamado Jan Kucera fue apuñalado, tras una corta pelea, por un nazi. Jan murió dos días después en el hospital. Este ataque sucedió a las afueras de Praga. Arrestado el autor, la policía ha enfocado la investigación como si fuese una "pelea de bar." Los testigos dicen que un grupo de nazis provocó a un grupo de antifascistas que estaban en un bar, haciendo el saludo hitleriano y profiriendo insultos. Esperaron a los antifascistas fuera y les atacaron con armas blancas. El asesino de Jan, con más de 10 años de experiencia en artes marciales, apuñaló al joven en la espalda y el pecho. Perdió mucha sangre y aunque peleó por su vida, perdió la última batalla el 20 de enero en el hospital. Los dos compañeros fueron asesinados por luchar contra el racismo, la xenofobia y el fascismo. Nunca serán olvidados, siempre permanecerán en nuestros corazones y su memoria estará presente en nuestra lucha diaria contra el capitalismo y el fascismo. CARLOS HERMANO NOSOTROS NO OLVIDAMOSJAN HERMANO NOSOTROS NO OLVIDAMOS. ACABEMOS CON EL FASCISMO ANTES DE QUE EL FASCISMO LO HAGA CON NOSOTROS. SI NOS TOCAN A UN@, NOS TOCAN A TOD@S

El fascismo ese hijo del capitalismo y la burguesía



En los últimos meses estamos siendo testigos de la oleada de ataques de grupos de extrema derecha, el asesinato del joven antifascista Carlos Palomino en Madrid ha sido la última victima de la actual escalada violenta provocada por los grupos fascistas.
En Zamora hemos asistido en los últimos tiempos a una sucesión de actos de acoso y ataques a los trabajadores inmigrantes y a los locales y personas de tendencia de izquierdas o de la comunidad homosexual.

El fascismo a lo largo de la historia ha sido el brazo armado y clandestino que el sistema capitalista ha utilizado para controlar a la población y amedrentarla, es su fuerza de choque, que en los momentos de crisis cuando se pueden intuir explosiones de inestabilidad social aparecen en la calle para controlarla y hacer el trabajo sucio que el sistema con sus fuerzas del orden no puede hacer.

Sus funciones son las de intimidar a los trabajadores extranjeros y buscar su aislamiento y separación de la comunidad trabajadora autóctona, su mensaje busca culpabilizar a esta de la crisis, ocultando la realidad de un sistema explotador que siempre manifiesta sus crisis en el empobrecimiento de la clase obrera nunca en la perdida de beneficios. La separación de la clase trabajadora autóctona de la inmigrante busca el dividir las fuerzas que estos trabajadores unidos tendrían y que indudablemente podrían poner en cuestión la esencia del sistema económico.

Estos grupos fascistas se nutren en su mayoría de hijos de las clases populares que manifiestan su descontento irracionalmente contra colectivos que son tan víctimas como ellos de este sistema social y económico que nos tiene reservado sólo un lugar: el de trabajar, consumir y callar.

El fascismo es la expresión más extrema del sistema capitalista, es el brazo en el que se apoya siempre para pasar los momentos de crisis, esos momentos en los que la situación económica se torna delicada y mucha gente de la clase obrera y la pequeña burguesía empiezan a sentir la dureza de esta que se manifiesta en paro, pérdida de poder adquisitivo, precariedad, ... Pero no debemos olvidar que los que más van a sufrir van a ser los trabajadores inmigrantes que estando en la parte más débil de la cadena verán como su situación empeora si cabe más.

No debemos olvidar que sólo desde la unión de las clases populares olvidándonos de colores de piel, religión, idioma, sexo y nacionalidades podremos afrontar claramente la lucha contra un sistema económico y social injusto, explotador, depredador de personas y naturaleza, el sistema capitalista. A lo largo de la crisis nos intentará chantajear con la toma de medidas que eviten la salida a la calle de sus perros de presa: la extrema derecha y el fascismo, no debemos caer en su juego, no hay excusa para el recorte de derechos y la pérdida de puestos de trabajo, la culpa sólo la tienen ellos.

Desde esta plataforma nos planteamos la denuncia de esta situación y la solidaridad con los colectivos y personas que están siendo atacados por la extrema derecha, así mismo recordarle a los medios de comunicación que no son acontecimientos aislados sino que son actos de violencia política perfectamente estudiados, reduciéndolos a meros enfrentamientos entre pandillas para ocultar la realidad que hay detrás.