Tomado de Ni Un Paso Atrás Nº 9
El pasado 29 de septiembre asistimos a un nuevo fiasco del sindicalismo en general y del de CCOO y UGT en particular. No vamos a hacer un balance cuantitativo de la movilización, es lo mismo el 70% de participación que dan los sindicatos o el 7% que dan los medios herramientas, no lo olvidemos, de la patronal que los controla.
El problema es cualitativo, las dos corrientes sindicales mayoritarias han hecho una huelga pensando en sus intereses particulares y no en respuesta a la pérdida de derechos de lxs trabajadorxs o a la situación económica. Frente a la respuesta sindical en algunos estados, el mejor ejemplo es el del estado francés, nos encontramos en el estado español a dos sindicatos que son meros apéndices del socioliberalismo que se apoltrona en el poder, incapaz de elaborar un mensaje de fondo que aminore los efectos de la crisis sobre la clase obrera.
No tienen más respuesta sindical que el ir a salto de mata, pactando los reducciones en derechos de los trabajadores, esperar las subvenciones y confiar en que todo siga igual o más bien que no se hunda todo con ellos debajo, conservando su parcela de poder. Frente a esta clase de sindicatos se encuentra una patronal que tiene muy clara su hoja de ruta, que pasa por la gratuidad del despido, la liberalización total del mercado de trabajo y por la eliminación de la intermediación sindical.
Lxs trabajadorxs sólo puede desmovilizarse en el peor de los casos o buscar otras referencias sindicales que, salvo escasas corrientes sindicales muy localizadas, no existen, o tomar como referente sindical un sindicato histórico, como CNT, ante la papeleta que presenta ser partícipe de las decisiones de unos sindicatos mayoritarios que no quieren cumplir con sus obligaciones, que se han ganado a pulso el desprestigio general, aunque es cierto que también ha sido alimentado por algunos medios de desinformación, herramientas de la patronal y de la derecha más reaccionaria.
Hay que recortar a los que aspiran de cualquier sindicato debe ser la defensa de los interés de los y las trabajadores y el derecho a defender esos intereses se gana en la calle, no en los despachos pactando con la patronal.
Respecto a la movilización en Zamora poca a destacar. Los sindicatos mayoritarios cumplieron con su objetivo romero y desfilaron por Santa Clara abajo, como si eso fuera suficiente. Para quienes nos movimos todo el día por la calle queda el descrédito que los sindicatos mayoritarios tienen ante cantidad de trabajadorxs, estén o no concienciados de la necesidad de la lucha organizada. Las preguntas más escuchadas eran ¿Por qué han tardado 3 meses en convocar una huelga? O ¿por qué no cuentan para ellxs lxs paradxs? Respuestas que están en la génesis de este escrito. Además asistimos al cierre testimonial de establecimientos la mañana del 29S, testimonial debido al escaso número de piquetes informativos, algo de lo que deberían tomar nota los sindicatos, incapaces por lo que se ve de cerrar filas en torno a una movilización de huelga general.
Pero ya que lo piensen para lo próxima movilización, sin duda necesaria y objetiva teniendo en cuentas las condiciones en las que nos encontramos, que son las mismas, sino peores de las que nos encontrábamos antes. Sin embargo no parece que se esté preparando una nueva jornada de huelga general, fruto del desencanto que causó la del pasado 29 S, mal organizada y peor explicada.
El porqué de la desmovilización general de lxs trabajadores es lo que tienen que analizar y corregir sino quieren ser a corto plazo meras trabas, una más para lxs trabajadorxs huérfanos de un sindicato de clase que tome la calle.
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