miércoles, 6 de febrero de 2008

El fascismo ese hijo del capitalismo y la burguesía



En los últimos meses estamos siendo testigos de la oleada de ataques de grupos de extrema derecha, el asesinato del joven antifascista Carlos Palomino en Madrid ha sido la última victima de la actual escalada violenta provocada por los grupos fascistas.
En Zamora hemos asistido en los últimos tiempos a una sucesión de actos de acoso y ataques a los trabajadores inmigrantes y a los locales y personas de tendencia de izquierdas o de la comunidad homosexual.

El fascismo a lo largo de la historia ha sido el brazo armado y clandestino que el sistema capitalista ha utilizado para controlar a la población y amedrentarla, es su fuerza de choque, que en los momentos de crisis cuando se pueden intuir explosiones de inestabilidad social aparecen en la calle para controlarla y hacer el trabajo sucio que el sistema con sus fuerzas del orden no puede hacer.

Sus funciones son las de intimidar a los trabajadores extranjeros y buscar su aislamiento y separación de la comunidad trabajadora autóctona, su mensaje busca culpabilizar a esta de la crisis, ocultando la realidad de un sistema explotador que siempre manifiesta sus crisis en el empobrecimiento de la clase obrera nunca en la perdida de beneficios. La separación de la clase trabajadora autóctona de la inmigrante busca el dividir las fuerzas que estos trabajadores unidos tendrían y que indudablemente podrían poner en cuestión la esencia del sistema económico.

Estos grupos fascistas se nutren en su mayoría de hijos de las clases populares que manifiestan su descontento irracionalmente contra colectivos que son tan víctimas como ellos de este sistema social y económico que nos tiene reservado sólo un lugar: el de trabajar, consumir y callar.

El fascismo es la expresión más extrema del sistema capitalista, es el brazo en el que se apoya siempre para pasar los momentos de crisis, esos momentos en los que la situación económica se torna delicada y mucha gente de la clase obrera y la pequeña burguesía empiezan a sentir la dureza de esta que se manifiesta en paro, pérdida de poder adquisitivo, precariedad, ... Pero no debemos olvidar que los que más van a sufrir van a ser los trabajadores inmigrantes que estando en la parte más débil de la cadena verán como su situación empeora si cabe más.

No debemos olvidar que sólo desde la unión de las clases populares olvidándonos de colores de piel, religión, idioma, sexo y nacionalidades podremos afrontar claramente la lucha contra un sistema económico y social injusto, explotador, depredador de personas y naturaleza, el sistema capitalista. A lo largo de la crisis nos intentará chantajear con la toma de medidas que eviten la salida a la calle de sus perros de presa: la extrema derecha y el fascismo, no debemos caer en su juego, no hay excusa para el recorte de derechos y la pérdida de puestos de trabajo, la culpa sólo la tienen ellos.

Desde esta plataforma nos planteamos la denuncia de esta situación y la solidaridad con los colectivos y personas que están siendo atacados por la extrema derecha, así mismo recordarle a los medios de comunicación que no son acontecimientos aislados sino que son actos de violencia política perfectamente estudiados, reduciéndolos a meros enfrentamientos entre pandillas para ocultar la realidad que hay detrás.

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